El miedo es un elemento mágico y preciado por los Faraones.
Nos conformamos con lo que nos toca, no hacemos, no decimos, no amamos, no deseamos, por miedo.
El miedo nos acompaña en las atrocidades que digerimos, anestesiados, en nuestros televisores en cada comida. Y por las noches, la conciencia nos visita acompañada de todas nuestras frustraciones y miedos, que fueron sedimentados generación tras generación...
Pero los miedos más interesantes, por así decirlo, son el miedo a la vejez y a la muerte.
Nos sometemos a mutilaciones estéticas, a dietas absurdas y consumimos todo tipo de artefactos extravagantes que reafirman nuestras carnes, por miedo.
El miedo a la vejez es una ingrata negación de la verdad.
Los viejos no son valorados desde un lugar de sabiduría y experiencia, sino que son despreciados y olvidados.
Pero esto no es gratuito... Hay viejos y viejos de mierda...Los primeros pueden tener una vejez digna y hasta admirable, pero los segundos, en cambio están repletos de mierda que tragan todo el día frente al televisor y tienen miedo, mucho MIEDO.
Y por otro lado tenemos a los otros viejos, los que antes eran jóvenes y bellas estrella a las que admiramos por las pelis o la música que hacían, y ahora lo que admiramos es que puedan sonreír a pesar de todo el botox y las cirugías que llevan...
La muerte es nuestro enemigo compartido más desconocido.
Por eso os digo:
-HUYAMOS COMO RATAS!!! MATÉMONOS LOS UNOS A LOS OTROS y DESTROCEMOS TODO!!!!
La muerte es nuestro enemigo compartido más desconocido.
Por eso os digo:
-HUYAMOS COMO RATAS!!! MATÉMONOS LOS UNOS A LOS OTROS y DESTROCEMOS TODO!!!!