"Las cosas no son tan comprensibles ni tan formulables como se nos quiere hace creer casi siempre; la mayor parte de los acontecimientos son indecibles, se desarrollan en un ámbito donde nunca ha penetrado ninguna palabra"

Rainer Maria Rilke, "Cartas a un joven poeta".

21 may 2014

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1


La casa del árbol llora lejos, y la alfombra aturde un poco, el vecino de enfrente saluda mucho, pero mi corazón no está. Ahora saludo, pero no me ven.

Ayer salía el sol cuando dormías.
Las arenas están secas y hay algas en la casa. Llovió toda la noche y la luna me habló: ¡Hola!, suspira y suspira, la luna te ama y te cuida.
Ayer también salió una flor y no se que pasó, porque el gato negro de ojos llanos me dijo: ayer, ayer, ayer. ¡No!, tal vez era hoy, era ¡hoy y ahora!
Me dijo que me ama, pero la masa rompe el amor, la masa saca de quicio a la nena que juega en el patio.
Flores y caracoles dicen cosas y las baldosas rojas de la abuela se mojan con gotas que duelen, la abuela esta muerta, se murió. Y mi gato me saluda.


2

Saliva encima del suelo negro que quema un rato.

Voy a morir para darte y agradecerte mi pasión, mi vida, mi aturdimiento.

Estoy sola en el mar, en la fábrica, en el sótano y no puedo surgir, así no. Veo estrellas, muchas, veo azul y negro.
Salgo a caminar el aire. Respiro asustada, mi casa está en llamas.
Ahora sueño con otras cosas, mis manos saludan a quien mire, pero sino miran saludan igual.

3

Alma reciente te veo llorar, te veo reír. Ahora entiendo, miro los árboles, ¿donde están?

Espacios cerrados, cabezas plateadas, amor, amor, amor.
Un binocular rosa en mi mesa de noche, quiere decir algo, ¿no?

Sardinas con flores, flores con flores. Saturno está cerca y me toca, me roza la mano, el dedo meñique.

Auxilio! ahora no estoy, me perdí en el bosque nocturno.

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